Bizcocho de avellanas
Introducción
Este delicioso bizcocho de avellanas queda jugoso y repleto de frutos secos gracias a la mantequilla dorada que se añade a la mezcla. Terminado con una deliciosa de mantequilla dorada y decorado con bombones de frutos del mar Guylian, es el capricho perfecto para disfrutar de una tarde otoñal.
Ingredientes
Preparación
PARA EL BIZCOCHO
Coloca le mantequilla en un cazo mediano y derrítela a fuego lento. Cuando comience a formar espuma, empieza a remover sin parar. Cuando la mantequilla cambie de amarillo dorado a marrón tostado y huela a nuez, retírala del fuego y viértela en un recipiente resistente al calor para detener la cocción. Deja que se enfríe a temperatura ambiente hasta que esté firme, pero siga estado untable y suave.
Precalienta el horno a 180°C/160°C ventilador/gas 4. Engrasa un molde redondo para pastel de 20 cm/8 pulgadas y forra la base con un círculo de papel de horno.
Pon las avellanas y la harina en una mezcladora y mezcla para moler las avellanas hasta que tengan una textura similar a la de las almendras molidas.
Pasa la mantequilla dorada enfriada y el azúcar a un recipiente de batidora de pie equipada con un batidor y bate hasta que quede pálido. Añade un tercio de la mezcla de harina y nueces y los huevos (de uno en uno), mezclando cada huevo por completo antes de incorporar el siguiente. A continuación, añade la harina restante y la mezcla de avellanas, junto con la vainilla, el Amaretto y la sal.
Cuando la masa esté completamente mezclada, viértela en el molde para hornear y alisa la parte superior. El bizcocho llenará bastante el molde pero no subirá demasiado, así que no te preocupes. Hornea el bizcocho durante 50-60 minutos. Para comprobar si está listo, pincha con un palito el centro. Cuando no queden restos y salga limpio, estará listo. Déjalo enfriar en el molde.
PARA LA CREMA DE MANTEQUILLA
Empieza dorando la mantequilla en un cazo mediano y derrítela a fuego lento. Cuando comience a formar espuma, empieza a remover sin parar. Cuando la mantequilla cambie de amarillo dorado a marrón tostado y huela a nuez, retírala del fuego y viértela en un recipiente resistente al calor para detener la cocción. Deja que se enfríe a temperatura ambiente hasta que esté firme, pero siga estado untable y suave.
Pasa la mantequilla a un cuenco y bátela poco a poco con el azúcar glas. Agrega la leche, cucharada a cucharada, hasta que el glaseado tenga la consistencia deseada.
Cuando el bizcocho esté listo, nivela la parte superior con un cuchillo si fuera necesario y extiende la crema de mantequilla sobre él.
PARA EL TOQUE FINAL
Decora el pastel con deliciosos bombones de frutos del mar Guylian. ¡Buen provecho!
